Entrevista a Tamina Alvarez
Entrevista con Tamina Alvarez, docente de Ariaté Educación Evolutiva, realizada por los estudiantes de la Escuela de Amatreya, agosto de 2013.
P- ¿Qué te impulsó a crear la Educación Evolutiva?
R- La Escuela Evolutiva
partió del impulso de poder sembrar y plasmar unos cimientos que
dieran cauce y contención a los niños y a las nuevas generaciones,
donde se garantizase que los aportes que ellos (los niños) traen no
fueran coartados ni limitados en su expresión pura y pudieran
expresarse y potenciarse cada vez más.
Para ello tuvimos que
tener en cuenta que, si estábamos trabajando en sostener el
potencial lo más puro posible y además estimularlo, hacía falta
trabajar con la integración de hemisferios, con el arte como
herramienta, con la conexión con el ser interior y revisar
profundamente a quién y desde dónde enseñamos, porque los que
estamos enseñando no hemos recibido esta educación.
Desde ahí surgió el
impulso de decir: "si queremos algo contenido en la conciencia,
hace falta que quienes lo van a guiar asuman esta elaboración en
ellos primero, porque no la recibimos, que es lo que nos pasa a toda
la generación que actualmente tiene de 20 (años) para arriba."
P- ¿Qué tiene de positivo la experiencia de la escuela en la
naturaleza?
Es una escuela vinculada de
forma completa al ámbito natural, de tal manera que no vivimos la
naturaleza como algo separado, sino como algo integrado y donde la
naturaleza pasa a ser nuestro hogar, nuestra madre, la que realmente
nos acoge y la enseñanza se torna como en la naturaleza: simple,
sencilla, lúdica, cambiante, por eso se llama Educación Evolutiva,
está permanentemente renovándose.
P- ¿En qué se basa la Escuela Evolutiva?
El programa de la
Educación Evolutiva tiene tres grandes bases:
1- Sostener la enseñanza
de los contenidos del conocimiento desde la conciencia, es
decir, no se integran nociones, sino un contenido con conciencia
completo. Por ejemplo, no trabajamos el tiempo como aprender un
calendario, sino la conciencia de lo que significa el tiempo, el
tiempo como energía que ordena la experiencia, que puede ser medido
de muchas formas y aprendemos varias formas de medir el tiempo. Se le
enseña al niño un contenido de conciencia completo que le permita
expandir su capacidad de comprensión.
2- Sostener la enseñanza
aliados con la expresión natural de la vida, donde la vida
tiene etapas y ciclos de desarrollo de forma natural y
espontánea y estas etapas necesitan ser respetadas.
Entonces los contenidos
que están preparados de 3 a 7 años están de acuerdo a lo que en
esa etapa el ser está dispuesto para trabajar. Es una etapa muy
expansiva, muy macro, muy general, donde (el niño) está muy abierto
a lo global. Entonces trabaja toda esa visión completa, como conocer
el cosmos, el sistema solar, que al niño pequeño le interesa, para
luego ir entrando a su experiencia más concreta.
De 7 a 10 años la
experiencia es diferente. Empiezo a interesarme en lo que está en el
mundo. Entonces los contenidos también se van preparando de acuerdo
a ello.
3- La otra base es la
transformación. Todos los contenidos que la Educación
Evolutiva entrega buscan que tengan un cauce de aplicación, que sea
un conocimiento válido, que el conocimiento y la conciencia que se
entrega al chico lo pueda recrear, lo pueda llevar a su vida
cotidiana, y desde ahí encontrar el aterrizaje y el sostenimiento de
esa conciencia formativa.
Esto se sostiene en la
integración entre los niños, los docentes y los padres. En
la Educación Evolutiva conforman un círculo, donde cada uno, en una
parte o en otra, va dando su aporte y su guía espontánea. No están
separados, sino cada uno ocupa su lugar. El docente no es el que está
a cargo todo el tiempo de la enseñanza, el docente es el nexo entre
los contenidos de conciencia y la enseñanza en sí, ayudando a la
familia a recuperar su lugar formador, porque en realidad es la
familia el primer formador. La base de la enseñanza es la familia.
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